Los servicios en Barcelona como los poke bowl están haciendo mucho por la salud de las personas que no tienen demasiado tiempo para comer, para aquellas que no se pueden sentar en un restaurante durante una hora para disfrutar de platos calientes como las legumbres.
Tener que decantarse por la comida rápida no quiere decir que debamos ingerir cantidades ingentes de calorías o platos llenos de grasas poco saludables y el poke bowl nos lo demuestra.
¿De dónde viene el poke bowl?
Esta comida con un nombre tan extraño viene de Hawái, en donde era típica de los pescadores, que la hacían empleando los recortes del pescado que les sobraban, como los de atún.
De Hawái pasó a los restaurantes del resto de los Estados Unidos, y de ahí a Europa ayudado mucho por las fotos que se comenzaron a colgar en Instagram, aunque lo cierto es que el plato que ha llegado a Europa tiene poco que ver, en muchas ocasiones, con el que los pescadores comían en Hawái.
¿Qué lleva este plato?
La base del poke bowl es el arroz y el pescado crudo, lo cual se completa con verduras y con salsas como las de soja o con wasabi si somos amantes de las emociones fuertes y nos gusta el picante.
El plato originario era más o menos así, pero ya sabemos que una vez que pasa por las manos de los cocineros va variando, y lo cierto es que aunque se mantiene bien la esencia ahora podemos encontrar poke bowl de cualquier ingrediente, cambiando el pescado por carne o incluso por tofu para los vegetarianos.
De todas maneras, y aunque no sea un poke bowl como el original, lo podemos comer con cualquier ingrediente siempre que sea saludable sin importarnos el toque personal del restaurante o del cocinero, puesto que la carne de pollo sigue siendo buena para nuestra salud y lo mismo ocurre sin en lugar de arroz lleva quinoa o lentejas.
Es un plato saciante que podemos comer en cualquier parte
Este plato puede ser ideal para las dietas, pues lo cierto es que no lleva alimentos procesados y podemos cambiar el arroz normal por uno integral, con menos calorías y mejor para la salud.
Además, no debemos olvidar que es una comida muy saciante. Contiene hidratos de carbono del cereal, proteínas del pescado o la carne y una buena cantidad de verduras que contribuyen a llenarnos y a quitarnos el hambre durante horas, permitiéndonos llegar a la hora de la merienda sin picar nada.
También tiene otra ventaja y es que se suele comer frío, así que es una solución ideal para alimentarnos algunos días en el trabajo o cuando vamos de viaje. Se sirve en un plato que se puede llevar a todas partes, de manera que incluso nos lo podemos comer en un banco en un parque si hace buen tiempo o en asiento del coche durante esos desplazamientos largos en los que no podemos emplear mucho tiempo en la comida.
